06 julio 2015

LIBRO-OBJETO


Artistas plásticos, diseñadores de renombre han incursionado en el arte del libro-objeto. También lo han hecho artistas cuyo destinatario no es el espectador adulto de obras plásticas sino el niño.  Es que el libro objeto tiene ese componente lúdico propio de todo hecho artístico, esa experimentación con la materia; llámese forma, color, textura, dimensiones, diseño… tan cercana al juego del niño, a su descubrimiento del mundo.
Leer es jugar, un libro es un juguete, esa podría ser una definición que le calzaría muy bien a este libro y que quizás aliviaría a los buscadores de clasificaciones útiles y necesarias.
Un sobre-tapa, rectangular, angosto y largo. En uno de sus extremos, un personaje, cuya nariz continúa más allá del borde para “dar la vuelta” y finalizar en su nuca, literaliza el título del libro.
En el revés del sobre, el equivalente de la contratapa, hallamos los datos del autor. Pero la presentación del autor no es nada convencional y resulta coherente a lo que luego hallaremos en el interior. Ésta adquiere la estructura del famoso “Cuento de la Buena Pipa”, aquel que siempre se repite en un perpetuo inicio sin conclusión, o que concluye cuando los niños han decidido que ya es tiempo de terminar y jugar a otra cosa.
Dentro del sobre el lector hallará siete bandas de papel. La primera, que podríamos llamar: la banda-portadilla, ofrece gráficamente las instrucciones para armar las bandas infinitas.
Es que de eso se trata. Cada una de las micro-historias  que corresponden a las seis bandas restantes requiere la conversión en cinta de Moebius para su lectura; y esto se consigue con un troquelado en los extremos de cada banda. 
Recordemos cuál es la propiedad de la famosa cinta descubierta por los matemáticos Möbius y Listing: si se sigue la cara o el borde de una cinta de Moebius con un dedo, se alcanza el punto de partida habiendo recorrido “ambas caras y bordes”, por lo tanto, en una cinta de Moebius existe un solo borde, una sola cara y el viaje por ella puede repetirse al infinito. Es a partir de esta propiedad que Istvansch muy ingeniosamente construye sus historias tanto en el texto como las imágenes. Textos e imágenes, la lectura, la historia en sí pueden comenzar en el punto de la cinta que el lector elija, y pueden concluir del mismo modo. Así como está la increíble posibilidad matemática de que la lectura no concluya nunca.
Si el objeto en sí, el sobre con sus bandas, desafía las leyes que habitualmente definen un libro, podemos decir que la concepción de este libro a partir de la cinta de Moebius desafía las convenciones de la lectura, y por qué no, las leyes del sentido común.

Tomado de la Revista Imaginaria Nro. 303 18-10-11

Te dejamos un video donde el propio
autor lee el libro
¡a disfrutarlo!

Construimos nuestro propio libro objeto 
a partir de la lectura del cuento
"La tortilla de papas" de 
Sandra Siemens y Claudia Degliuomini
y de las ilustraciones de los chicos y chicas de 3ro.







Estamos preparando la 
ciudad de Sebastiana




Si querés disfrutar de estos originales
libros te esperamos en la Biblioteca

No hay comentarios:

Publicar un comentario